Al hablar de detectores de presencia o de movimiento solemos pensar que sólo son válidos como dispositivos de alarmas o de sistemas de seguridad. Es común verlos en bancos, comercios y otros establecimientos donde forman parte de la seguridad del negocio. Podemos decir que estos detectores son los precursores de la domótica actual, de la que también forma parte y contribuyen al ahorro energético y una mayor comodidad en el hogar.

Diferencias entre detectores de presencia y de movimiento

En ambos casos, estos detectores se conectan a la corriente eléctrica y al dispositivo que se quiere activar. Es decir podemos conectarlos a la iluminación, el aire acondicionado, calefacción, etc. Gracias a su tecnología, son capaces de detectar emisiones de infrarrojos de cualquier fuente de calor.

Un detector de movimiento es capaz de detectar el calor que desprenden los objetos móviles mediante el uso de infrarrojos, activándose cuando el objeto se mueve delante de él, y desactivándose cuando deja de captar dicho calor, tras un periodo de tiempo regulable.

El funcionamiento de un detector de presencia, es similar, pero éste capta la luz o el calor de forma continuada, por lo que están indicados para su uso en áreas donde las personas permanecen durante un periodo de tiempo largo, como en oficinas, colegios, etc.

Usos de los detectores

Teniendo en cuenta las diferencias que existen entre ellos, el uso de los diferentes tipos de detectores dependerá de las necesidades de cada caso. Por ejemplo: podemos usar detectores de movimiento para activar la iluminación en pasillos, habitaciones, baños, etc.

Los detectores de presencia, como hemos visto anteriormente se pueden utilizar en habitaciones y lugares donde se permanece durante más tiempo. Un ejemplo práctico y común sería para desconectar la calefacción cuando ya no permanece nadie en el lugar, o apagar esa luz que siempre se nos olvida cuando nos vamos. Instalar detectores de presencia ahorra costes energéticos y reduce notablemente las emisiones de CO2.

Los detectores pueden ser se empotrar o de superficie.

Los detectores de movimiento de empotrar, disponen de un tiempo de encendido ajustable, y son ideales para ubicar en pasillos y aseos de locales comerciales

Instalándolos, se puede evitar que las luces se queden encendidas por descuidos. Algunos están diseñados para ubicarse en cajas de mecanismos universales, por lo que son muy fáciles de instalar.

Los usos de los detectores de superficie pueden ser variados; un uso práctico sería para encender las luces en garajes, a medida que va pasando el vehículo, de está forma se encienden solo la iluminación necesaria y no todas las luces del garaje. También se pueden utilizar en casas de campo, para encender el alumbrado ante la presencia de intrusos o como luz de cortesía a la entrada de casa, ubicándolo en una esquina, puesto que son orientables y dispone de un ángulo de 180º. Al disponer de regulador de luminosidad, se pueden configurar para que sólo se enciendan por la noche. Si queremos abarcar una gran zona, podríamos instalar detectores con un ángulo de detección de 360º y al ubicarse en el techo, casi pasará desapercibido.

Con detectores de presencia mini las posibilidades son infintias: podemos transformar cualquier luminaria por una luminara con detector, además por su pequeño tamaño, son ideales para ubicar en zonas donde se quiera que pasen desapercibidos. Estos detectores se pueden instalar junto con sirenas o pilotos para que actúe ante la presencia de alguien.

Los detectores de presencia y movimiento te pueden ayudar a hacer la vida más cómoda y a ahorrar energía.

En Todoelectrico.es tenemos una gran variedad de estos artículos que se adaptan a todas las necesidades y ubicaciones.

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