Elegir la mejor iluminación para nuestro hogar no es tan fácil como parece. Y está demostrado que la forma en que se ilumina nuestro hogar afecta tanto a nuestro bienestar como a nuestras facturas. Además, muchas reformas del hogar orientadas al bienestar toman la luz como punto de referencia, por lo que, según dicen, es un elemento fundamental en toda casa.

Sin embargo, como sabemos, la subida del precio de la luz, que ha batido récords históricos en los últimos meses, no siempre nos permite iluminar nuestros hogares como nos gustaría. Por eso, hoy vamos a descubrir nuevas formas ecológicas y económicas de hacerlo.

¿Cómo se puede ser sostenible sin salir de casa?

Sigue unas pautas para cambiar hábitos en casa de una forma sencilla y ahorrarás en tus facturas.

Lo primero es ahorrar energía convirtiendo las instalaciones en sistemas más eficientes que mantengan la iluminación ambiente adecuada tanto en verano como en invierno.

Cambiar a fuentes de luz de bajo consumo o LED trae ventajas tanto en términos de factura de electricidad como de impacto en el medio ambiente. Ilumina tu hogar con luz natural tanto como sea posible. Para ello, sube las persianas, abre las cortinas y elige colores claros para tus paredes para que la luz refleje y se haga más intensa.

¿Qué es la iluminación sostenible?

La iluminación supone una gran parte del consumo energético del hogar. Ahora es el momento de elegir el sistema más adecuado que mejor se adapte a tu estilo para iluminar tu hogar. Busca siempre un sistema que te haga sentir cómodo y que además te ayude a controlar el gasto. Reemplace las bombillas incandescentes con bombillas de bajo consumo, halógenas o LED para no solo ahorrar en las facturas de electricidad, sino también para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.  

Hay diferentes tipos de bombillas:

Bombillas de bajo consumo: Las bombillas de bajo consumo o de bajo consumo son una alternativa muy interesante, ya que ahorran entre un 70% de energía eléctrica para producir la misma luz que una bombilla tradicional. En otras palabras, la mayor parte de la energía que utilizan se convierte en luz y no en calor.

Bombillas LED: La iluminación LED se considera la iluminación más duradera y segura. Una lámpara LED puede durar hasta 20 años. Además, su consumo es muy bajo, lo que redundará en la reducción del coste de las facturas de electricidad. Este tipo de bombillas no contienen mercurio, por lo que es un sistema de iluminación seguro que no pone en peligro nuestra salud ni la del planeta.

Además, con este tipo de bombillas puedes crear diferentes ambientes porque puedes elegir entre distintos tipos de luz. Por un lado tienes la luz blanca o fría y por otro lado tienes la luz cálida más adecuada para salones, dormitorios o entradas. 

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